¿Primero la gente?
Falta de acuerdo en la revisión paritaria de Camioneros y resabios de un 17 de Octubre dividido.
Este miércoles continuaron las audiencias por la revisión paritaria del gremio que lidera Pablo Moyano. La reunión tuvo lugar en la sede del Ministerio de Trabajo de la avenida Callao. Durante la negociación, las inmediaciones del Ministerio estuvieron cortadas por camioneros que reclamaban por un aumento del 131%, un bono a fin de año y un incremento en los adicionales de las dieciocho ramas de la actividad. Si bien, las cámaras empresariales mejoraron su oferta en tres puntos —pasando de 81% a 84%—, no fue suficiente para lograr el acuerdo. En tres días, cuando se reanude el cuarto intermedio, se verán las caras nuevamente los representantes de la cartera laboral, el sindicato y las empresas. “Si no le encuentran la mano a la inflación, se va a complicar más”, advirtió Moyano.
Al finalizar la reunión de gabinete, la Ministra de Trabajo, Raquel Kismer, opinó que “la paritaria de los camioneros va de julio a julio de modo que a veces los números engañan". Y que "si fuera anual 131% no es correcto, porque con una inflación de 90 puntos no se justifica". Los dichos no cayeron bien a los trabajadores que reclamaban su revisión paritaria a unas cuadras en el centro porteño ante el Secretario de Trabajo, Marcelo Belloti.
Al retirarse del Ministerio, Moyano con enojo le contestó a Kismer. “Que se suba a un camión la Ministra de Trabajo y esté veinte días afuera de su hogar, que se suba a un camión de residuos y recoja la basura a ver si le parece mucho", opinó. Además se refirió a los empresarios y los tildó como “responsables de las medidas que (el gremio) pueda tomar”. Las empresas sólo acceden a pagar un 84%, un número muy lejano al solicitado por los conductores de camiones.
Alberto Fernández busca evitar un escenario parecido al de los neumáticos. Aunque, si no se destraba la negociación esta semana las medidas de fuerza serán anunciadas y según Moyano “serán un poroto” en comparación al conflicto mencionado. Este no es el único problema que tiene el Presidente con el Frente Sindical, la CFT y la CTA. La promesa de decretar un bono o suma fija además de la universalización de las asignaciones, lleva meses sin resolver su implementación. En off el gobierno asegura que trabaja la medida más conveniente para recuperar el poder adquisitivo de las y los trabajadores. Incluso, el Ministro de Economía, Sergio Massa, se había reunido antes de su último viaje a Washington con Moyano y Mario Manrique, responsable gremial de CGT y secretario adjunto de SMATA, y en aquella oportunidad respondió que las medidas están en evaluación y que esperaba poder transmitirles novedades a su regreso del viaje a Estados Unidos. Las noticias aún no llegaron.
En ocasión al Día de la Lealtad, los gordos e independientes de la CGT lanzaron un nuevo espacio político bajo el nombre “Mesa Nacional Sindical Peronista”, con el cual planean incidir en políticas públicas y en el armado electoral del año que viene. Héctor Daer sostuvo que no quieren “romper con el peronismo”, pero quieren un “peronismo con trabajadores y trabajadoras”. En el mismo sentido, Carlos Acuña -que en el último tiempo no se destacó por dar declaraciones— dijo que quieren “ser parte de las listas para estar en la Cámara de Diputados y Senadores de la Nación”. Andrés Rodríguez se sumó al pedido y apuntó que "el movimiento obrero merece cargos y no con el dedo de nadie". En Obras las quejas eran que estaban “ante la menor cantidad de diputados sindicales en años”. Sin embargo, el dato es que se refieren a su sector. Ni el diputado Hugo Yasky, ni Palazzo o Siley son tenidos en cuenta en la ecuación.
La misma tarde, el Frente Sindical, la Corriente Federal y la CTA junto con organizaciones políticas realizaron un acto en Plaza de Mayo bajo la consigna de “unidad nacional por la soberanía con justicia social”. El escenario reunió a todo el arco político-sindical allegado a Cristina Fernández de Kirchner. Luego de la lectura de un documento consensuado leído por Siley y Omar Plaini, tomó la palabra Hugo Yasky.
Yasky insistió en las medidas que se le piden al gobierno. Algunas de las que destacó fueron “el aumento con suma fija, mover el piso de ganancias, darle a las asignaciones familiares extensión universal, una recomposición a través de una suma fija para los indigentes y medidas más de fondo que tienen que ver con el tema de la distribución de las riquezas”.
Al término de su alocución, la Plaza coreó “Cristina Presidenta” y en el escenario la mayoría acompañó con cánticos y aplausos. Entre otros, también fueron oradores Mario Manrique, Hugo Godoy y Héctor Amichetti. Pero el momento culminante llegó con Máximo Kirchner, para quien "el desafío no es pedir lugares en las listas y después el día que tienen que votar en contra de los fondos buitres no aparecen". Sus palabras fueron una respuesta al pedido de los gordos de obtener lugares en las listas. También fue crítico con la gestión de Fernández y en ese sentido, aseguró que “los trabajadores que dan su vida, que aceptaron durante la pandemia ganar menos, son los que hoy están esperando de una buena vez por todas que dejen de traicionarlos”.
La columna de La Cámpora se extendió por Diagonal Norte y las sindicales recorrían la Avenida de Mayo y la Diagonal Sur. Durante los días previos a la organización del 17 de Octubre, funcionarios del Ejecutivo lamentaban que no hubiera unidad en la acción para la organización de un sólo evento. Moyano, que decidió no hablar en el escenario, sí lo hizo al bajarse. “Si Alberto quería un solo acto lo hubiera convocado desde el PJ nacional”, dijo ante una pregunta realizada por Lautaro Maislin. A diferencia de ello, la marcha la convocó el PJ provincial. Esto también explica la presencia de Máximo Kirchner y de Axel Kicillof en la Plaza de Mayo.
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