BA Costa Inmobiliaria

En el contorno ribereño se juegan dos visiones de ciudad

 

Bajo el lema “La Transformación no Para”, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) lanzó el Plan BA Costa en la zona ribereña –desde Avenida General Paz hasta el Riachuelo–, que consiste en una serie de obras y proyectos urbanísticos. Algunos ya son conocidos, como los desarrollos inmobiliarios de Costa Salguero y Costa Urbana; otros son nuevos, como BA Playa o el puente peatonal sobre la Laguna de los Coipos en la Reserva Ecológica Costanera Sur.

El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, presentó el BA Costa como “el plan de un gran paseo frente al Río de La Plata”. Según el GCBA, su principal objetivo es que los vecinos y quienes visitan la ciudad puedan disfrutar del río y de su costa, para lo cual se transformarán e integrarán espacios que hoy son inaccesibles.

El anuncio novedoso es que se recuperarán 110 hectáreas, en las que se crearán nuevos parques, paseos comerciales y áreas de recreación y esparcimiento:

  • Plaza y Memorial AMIA: para conmemorar a las víctimas del atentado.
  • Parque del Vega: nuevo espacio verde de 5 hectáreas.
  • BA Playa: una playa pública para 6.000 personas.
  • Parque del Golf-Parque Salguero: un nuevo parque público de 8.8 hectáreas.
  • Distrito Joven: 73 hectáreas con 65% de espacio público y verde.
  • Integración con la Reserva Ecológica.
  • Parque de Costa Urbana: un predio en desuso se transformará en un nuevo espacio verde de 50,8 hectáreas.

 

 

El plan privatizador del gobierno porteño.

 

 

Lo que no se muestra

En el contorno ribereño están en juego dos visiones de ciudad. Por una parte, la ciudad soñada por la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, que establece que el 100% del contorno ribereño debe ser público y de libre circulación. Esta mirada está avalada por el Plan Sector de la Ribera del Consejo de Plan Estratégico (CoPE), aprobado por más de 200 instituciones y por las audiencias públicas masivas e históricas de los últimos dos años.

En contrapartida, la visión del actual GCBA considera que para que la Costanera tenga vida debe llenarse de torres y explotaciones comerciales. Su proyecto es la expansión del modelo de urbanización de Puerto Madero hacia el norte y hacia el sur para los sectores económicamente más pudientes.

El BA Costa se inserta en esta segunda lógica. Los espacios verdes que se anuncian se conformarán sobre los retazos de terrenos que sobraron de las privatizaciones y sus morfologías y usos serán coherentes y funcionales a dichas explotaciones privadas residenciales o comerciales.

Este anuncio se hace en un ambiente de fuertes críticas de la ciudadanía a la política de mercantilización y privatización del entorno ribereño, llevada a cabo sistemáticamente por el GCBA. El BA Costa se presenta como una reacción del gobierno porteño a la organización de la ciudadanía para recuperar estos espacios. La Campaña por una Costanera 100% Verde y Pública, impulsada por “El Movimiento: La Ciudad Somos Quienes La Habitamos” desde hace más de dos años, viene proponiendo una planificación alternativa para este sector de la ciudad diametralmente opuesta a la venta de tierras públicas para negocios inmobiliarios (Costa Salguero), a la reedición de las concesiones de los '90 para boliches y restaurantes (Distrito Joven), a la expansión del modelo de urbanización de Puerto Madero, con la destrucción de humedales y afectación de la Reserva Ecológica Costanera Sur (Costa Urbana) y al relleno del Río de La Plata para no disminuir la superficie explotada por privados (Distrito Joven, BA Playa, Parque del Vega).

En el marco de esta campaña y en conjunto con cientos de asambleas, colectivos y organizaciones políticas, realizamos bicicleteadas masivas; logramos las audiencias con mayor cantidad de participantes y las más largas en la historia de la ciudad; judicialmente, conseguimos frenar la venta inconstitucional de Costa Salguero y la autorización de construcción del nuevo Puerto Madero en Costanera Sur con un convenio urbanístico, por violación a la Democracia Participativa Ambiental; alcanzamos las firmas necesarias para que el Tribunal Superior de Justicia habilitara por primera vez una iniciativa popular en la ciudad para Costa Salguero; y, principalmente, recuperamos la fuerza y la conciencia colectiva socio-ambiental, que logró establecer en la Constitución de la Ciudad en 1996 que “los espacios que forman parte del contorno ribereño de la Ciudad son públicos y de libre acceso y circulación” y que se debe promover “la recuperación de las áreas costeras”, y “garantiza(r) su uso común”.

En este contexto, el GCBA anuncia nuevos espacios verdes en la Costanera, cuyo fin es enmascarar todos estos negocios inmobiliarios y privatizaciones. Es una realidad insoslayable que la ciudad necesita más espacios verdes y recuperar la relación con sus ríos. Sin embargo, la propuesta BA Costa es un conjunto de proyectos aislados, de los cuales la mayoría no presenta novedad alguna.

  • Plaza y Memorial Amia: Fue anunciada en octubre de 2020 como contraprestación de la aprobación de un convenio urbanístico para autorizar la construcción de una nueva torre de 140 metros de altura en el Dique 4 de Puerto Madero.
  • Parque del Vega y BA Playa: Son el resultado de rellenos en el Río de la Plata, prohibidos por el Plan Urbano Ambiental (PUA). Se rellena el río para no recuperar las tierras públicas concesionadas para el polo gastronómico. Estos dos proyectos que abiertamente violan la ley de mayor jerarquía de la planificación de la ciudad, además, constituirán espacios funcionales y complementarios a estas explotaciones.
  • Distrito Joven: Es el nombre de la reprivatización de cada una de las concesiones de los '90 en la Costanera, votado en 2018. Se rellenó el río para hacer un estacionamiento subterráneo de autos. El espacio verde público que nos proponen, en realidad, es una terraza verde.
  • Parque del Golf: Sólo es una porción del predio de Costa Salguero. Se dejan afuera dos sectores: aquel donde el GCBA quiere construir un complejo inmobiliario suntuoso de hasta 24 metros y otro cuyas concesiones vencidas el 30 de abril de 2021 siguen siendo ilegalmente prorrogadas por el GCBA. En cuanto a Punta Carrasco, el BA Costa no dice absolutamente nada. Otra concesión de los '90 que se sigue prorrogando ilegalmente.
  • Parque de Costa Urbana: Será el espacio verde para el mega emprendimiento inmobiliario de 900.000 m2, con 20 torres de 140 metros de altura que se pretende construir destruyendo un humedal al lado de la Reserva Ecológica Costanera Sur.
  • El nuevo puente de acceso peatonal a la Reserva: Atenta contra su integridad al crear un nuevo acceso innecesario, que tendrá impactos negativos sobre la biodiversidad y generará una disrupción del paisaje.

El Plan BA Costa interviene de forma invasiva sobre el entorno ribereño –desconociendo los servicios sociales y ambientales presentes y futuros que ofrece el área–, interfiere con sus procesos ecológicos e ignora la necesidad imperiosa de adaptar la ciudad a los efectos del cambio climático. Entre otros aspectos, se destacan los siguientes:

  • Se desaprovecha la oportunidad de reservar los últimos predios ribereños de gran extensión como zonas de amortiguación, al autorizar usos habitacionales y comerciales –incluyendo edificios de gran altura–, incompatibles con lo estipulado en la Constitución de la CABA y en el PUA para el contorno ribereño.
  • Se desvirtúa el concepto de parque público, tratando a los espacios verdes como accesorios de desarrollos inmobiliarios suntuosos, lo que genera un entorno excluyente y afecta negativamente el paisaje y la calidad de los espacios verdes públicos.
  • Se privatiza el contorno ribereño por medio de concesiones comerciales en varios tramos, en violación a la Constitución de la Ciudad.
  • Se atenta contra la integridad de la Reserva Costanera Sur mediante la construcción de un puente peatonal entre los dos accesos actuales, ya que cruza la Laguna de los Coipos y crea un nuevo e innecesario acceso a la Reserva, cuya posición central va a generar un impacto negativo sobre la fauna y disrupción en el paisaje. Esto se completa con pasarelas y mobiliario urbano, cuya extensión se desconoce, alegando que la reserva está sub-aprovechada. Lo que se busca es opacar la razón de ser y la esencia de la Reserva Ecológica, banalizando su uso y abriendo la puerta a futuras y peores vulneraciones.
  • No se realizó ninguna evaluación de impacto ambiental estratégica ni acumulativa. Este plan carece de legalidad, sustento técnico y responsabilidad social.

 

 

Una de las acciones de la Campaña por una Costanera 100% Verde y Pública.

 

 

 

Sin participación ciudadana

Sin embargo, y al parecer en universos paralelos, el GCBA sigue trabajando en la actualización del Plan Urbano Ambiental.

El 21 de agosto del año pasado, el CoPE elaboró y aprobó por unanimidad el documento “Aportes al Plan de Sector de la Ribera del Río de la Plata”, que define una franja llamada Contorno Ribereño, la cual materializa el concepto de “contorno ribereño” establecido en el artículo 8 de la Constitución de la Ciudad. Respecto a esta franja (que engloba el área afectada por el Plan BA Costa), se prohíbe “su privatización, actividades y usos que no tengan que ver con la relación con el río y la franja costera” y se preconiza la “adopción de las medidas adecuadas y oportunas para que la totalidad de los predios ubicados en el contorno ribereño sean públicos, de uso común y de libre acceso y circulación en respeto a los artículos 8 y 27 de la Constitución y se transformen en grandes parques públicos”. Esas medidas incluyen “la expropiación de las tierras privadas de la ex Ciudad Deportiva del Club Boca Juniors” (Costa Urbana), la “derogación de la Ley de Distrito Joven” y la “derogación de la Ley de Costa Salguero”, entre otras cuestiones que atañen directamente al Plan BA Costa.

Lejos de aprovechar el documento, el GCBA avanzó con las explotaciones inmobiliarias y comerciales ocultas del Plan BA Costa ya enumeradas. Es más, el mismo día del anuncio del plan, se realizaba un taller del CoPE/CoPUA (Consejo del Plan Urbano Ambiental) sobre la actualización del PUA, único documento con fuerza legal para definir el destino de uno de los sectores más sensibles y valiosos desde el punto de vista social y ambiental de la Ciudad de Buenos Aires y del Área Metropolitana.

En lugar de adoptar las medidas necesarias para mitigar una temperatura máxima que viene aumentando sostenidamente en la Ciudad de Buenos Aires desde la década del '60, el modelo urbano ha potenciado el fenómeno de calentamiento, a partir de la ocupación del entorno ribereño y la privatización sistemática de las superficies verdes públicas. Sólo en el período 1991-2021, la temperatura máxima promedio anual aumentó en la ciudad 0,8 grados. En el actual contexto de crisis climática, es estratégico recuperar la totalidad del borde costero para afrontar eventuales ascensos del nivel de las aguas, permitir el ingreso de los vientos y las brisas desde la costa a fin de mitigar el calentamiento y reducir las inundaciones.

Todo incremento de superficie verde pública es necesario y bienvenido. Pero no por este motivo debemos dejar de tener presente que la emergencia ambiental y urbanística de la ciudad es muy profunda y que nos impele a preguntarnos: ¿Es válido financiar espacios verdes a costa de vender excepciones inmobiliarias para la construcción de más torres en la misma Costanera? Si, como manda la Constitución, todo el contorno ribereño debe ser público y de libre circulación, ¿por qué debemos conformarnos con retazos de espacios verdes? ¿Por qué deberíamos aceptar un plan para la Costanera en la que no hubo ninguna oportunidad de participación y donde las instancias institucionales participativas consensuaron planes opuestos a los que ahora se presentan?

 

 

 

 

 

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