¡QUÉ DESPEDIDA, HOMBRE!

 

Hace diez días se publicó el tercer álbum grabado por Tony Bennett y Lady Gaga, titulado Love For Sale. Para él fue el número 61 de una carrera de siete décadas, para ella el número 17. Sus doce temas fueron registrados entre 2018 y 2020, cuando Anthony Dominick Benedetto tenía entre 92 y 94 años y Stefani Germanotta 60 menos. Liberado hay un solo tema, que la compañía utilizó para promover el lanzamiento, en video y audio.

 

 

 

Creo que si copiás esta URL y la pegás en tu navegador podrás escuchar todo el álbum, pero no estoy seguro: https://music.youtube.com/playlist?list=OLAK5uy_kbpj3iLJtWoSpXro0mvIWQ_UHLeHpqEFI

Si tenés Spotify buscalo por el título, Love for Sale.

El 3 de agosto, cuando Tony Bennett cumplió 95 años, ambos presentaron el show en el Radio City Music Hall de Nueva York y lo repitieron dos días después, siempre a sala llena. Junto con la difusión del álbum, el programa de televisión 60 minutes les dedicó un segmento, que vale la pena aunque no tenga subtítulos. Ahí se puede ver la asombrosa transfiguración de un anciano con la mirada perdida y el paso vacilante,  que apenas sabe dónde está, que reconoce a su esposa y sus hijos pero no mucho más, en un artista prodigioso que en cuanto escucha los primeros compases que toca su pianista comienza a cantar sin partitura ni apuntes, un tema tras otro, con la misma frescura de su mejor época, y lo digo sin precisiones, porque me cuesta decidir cuál me parece la mejor. 60 minutes también incluye las dudas de su esposa Susan Crow Benedetto y de Lady Gaga acerca de si podría hacerlo en el Radio City. Las primeras escenas de su ingreso al escenario, con su clásico saludo de brazos extendidos, responden a esa pregunta. El momento más conmovedor llega cuando la Germanotta hace su aparición y Tony la presenta con la mayor naturalidad:

—¡ Guau, Lady Gaga!

Ella saluda con unos pasos de baile y él la invita a repetirlos, como si las brumas del Alzheimer se hubieran disipado con el calor del público. Luego ella explicará que hacía mucho tiempo que él no decía su nombre, al punto que se preguntaba si sabría quién era .

 

 

 

Le mandé el video a Andrés Jaroslavsky y me respondió sobre la impresión que le produjo ver otro en el que dos jóvenes  llevan a Claudio Arrau hasta la banqueta, como quien guía a un bebé. Niño prodigio, con su primer concierto a los cinco años, el pianista chileno siguió tocando hasta su muerte, a los 88.  Aquí podés ver un documental sobre su vida y su arte, grabado cuando tenía 81.

 

 

 

Así tocaba Arrau a los 80.

 

 

Y para cuando tengas tiempo y ganas, aquí tenés sus versiones de las 32 sonatas de Beethoven.

 

 

 

 

Tony Bennett y Arrau me resultan fascinantes no sólo porque son grandes artistas, sino también porque muestran cómo es posible gozar en plenitud hasta el último instante de una larga vida.

 

 

 

 

--------------------------------

Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí